Sin límites saludables, nos extendemos demasiado, nos frustramos y nos resentimos. Hoy quiero hablarte sobre por qué necesitamos establecer límites, la relación entre los límites y nuestros valores y cómo establecer límites con gracia.
¿Qué son los límites personales?
Un límite es la línea que establecemos sobre lo que estamos dispuestos y no a hacer. Se trata de determinar conductas aceptables e inaceptables que estamos dispuestos a tolerar o no tolerar. Los límites son personales y depende de cada uno de nosotros considerar, establecer y hacer cumplir nuestros propios límites.
¿Por qué no es fácil poner y mantener límites?
En mi trabajo como psicoterapeuta y coach integrativa, establecer límites es uno de los temas más comunes que abordo en mis sesiones. Todos, y las personas altamente sensibles con más razón, necesitamos proteger y hacer cumplir nuestros límites cada día.
Muchos de nosotros (mujeres y hombres) luchamos con los límites debido a factores externos. Nos preocupamos por complacer a los demás, ser queridos o encajar. Nos preocupamos por las consecuencias, las consecuencias percibidas o los juicios que podrían derivarse de establecer un límite en el trabajo, en el hogar o con los amigos. Creemos que los límites tienen que ver con la otra parte, es decir, que algo está mal con ellos porque no cooperan, y queremos cambiar su comportamiento para que se adapten a nosotros. …. y ahí la resistencia y el sufrimiento.
Cuando no establecemos ni defendemos nuestros límites, nos excedemos, lo que a menudo conduce a la frustración, el resentimiento, la ira y el deterioro de la salud. Podemos quedar atrapados en el síndrome del mártir en el que no permitimos que nadie nos ayude y luego hacerlo todo nosotros y así … se convierte en una profecía autocumplida: O el jefe siempre confía en nosotros para organizar los proyectos, lo que al principio resulta halagador y rápidamente se convierte en demasiado. En la pareja, una persona puede aceptarlo tranquilamente (sea lo que sea) durante años y luego “de repente” solicitar el divorcio.
¡Con tanto en juego, no es de extrañar que sea difícil establecer límites! Cuando dependemos de factores externos, establecer y mantener límites siempre será difícil y nos hará dudar de nosotros mismos.
Hay una manera mucho mejor de abordar los límites: a través de nuestros valores.
¿Cómo se relacionan los límites con los valores?
Los límites son reglas que nos hacemos a nosotros mismos. Pero ¿en qué basamos nuestras reglas, decisiones y acciones? Valores. Cuando te das cuenta de que los límites no tienen nada que ver con situaciones o personas externas, es un gran alivio. En lugar de centrarte en la otra persona, indagas en tu interior. Pregúntate: “¿Cómo se relaciona eso con mis valores? ¿Cómo es eso de estar conmigo?
Si tu decisión se alinea con tus valores, no dudarás ni te preocuparás por las consecuencias reales o percibidas. Incluso si imponer tus límites tiene consecuencias, te sentirás cómodo porque estás viviendo tus valores y aquello en lo que crees es tu motor en la vida.
Para adoptar un enfoque de los límites basado en valores, es esencial que te reconectes con tus valores fundamentales. Busca una larga lista de valores en Internet, elige los 20 más importantes para ti, de ahí los 10 más importantes, luego los cinco y, finalmente, los tres valores principales para conectarte realmente con ellos.
Cuando conoces tus valores, establecer límites se vuelve mucho más fácil. Ya no se trata de ser asertivo; se trata de atender tus necesidades espirituales y emocionales en el mundo práctico. Esto te ayuda a mostrarte auténtic@ y alcanzar todo tu potencial. Mágicamente, lo que alguna vez fue desalentador se vuelve fundamental y afirmativo.
“Atreverse a poner límites significa tener el coraje de amarnos a nosotros mismos, incluso cuando corremos el riesgo de decepcionar a los demás”. Brene Brown
Siete formas de practicar el establecimiento de límites saludables
Incluso con un enfoque basado en valores, establecer límites no resulta fácil de la noche a la mañana. Esto puede sorprenderte (porque mi deseo es ser y presentarme de manera auténtica, resiliente y comprometida, así que no rehúyo nada a la primera de cambio. Creo recursos para superar cualquier cosa), pero luché tanto con los límites que estaba en un mar de confusión.
Necesitaba entender si soy intolerante, inflexible y poco amorosa al ser asertiva conmigo misma y abogar por mí. Amo tanto mi trabajo voluntario que, siempre dije que sí (planeé y acepté muchos traslados y cambios en mi rutina a fin de hacer lo máximo que podía para ayudar a la gente). No tuve miedo de decir que no; Siempre dije que sí porque amaba lo que hacía, los nuevos desafíos (tengo estos dos rasgos genéticos: la alta sensibilidad y la búsqueda de emociones) y prosperaba en este entorno. Hasta que mi cuerpo dijo: “ya basta”.
Ahora todavía digo sí a las oportunidades que se alinean con mis habilidades, valores e intereses, ¡pero con calma! Tomo mi ritmo y descanso en el medio porque tengo nuevos límites que se alinean con el valor que le doy a mi salud.
Aquí hay 7 formas en las que puedes practicar el establecimiento de límites basados en tus valores:
Conéctate con tus valores: tómate un tiempo para hacer el ejercicio de valores que mencioné anteriormente y descubre o redescubre lo que más valoras.
Di “sí” o “no” sin arrepentirte: a menudo pensamos que los límites significan decir “no” a algo, pero también pueden significar decir “sí” a lo que queremos hacer. Antes de tomar una decisión, pregúntate: “¿Realmente quiero hacer esto?”.
Reconoce tu capacidad: no puedes hacerlo todo. Calcula cuánta capacidad tienes para cada área importante de tu vida y presupuesta tu tiempo y esfuerzo en consecuencia. Esto puede parecer duro al principio, pero con este enfoque puedes dar el 100% a lo que más valoras, en lugar de estar agotado todo el tiempo. Como dicen en las presentaciones de seguridad de las aerolíneas, sólo puedes ayudar a los demás si primero te pones la máscara de oxígeno.
Da al solicitante un lugar adonde ir: cuando digas que no, ayuda al solicitante señalándole la dirección correcta. Por ejemplo, podríaa decir: “En este momento estoy en mi umbral y realmente no puedo hacerlo. Sin embargo, he notado que Andrea ….”.
Sé coherente: algunas personas traspasan los límites que ya has definido y afirmado. En lugar de frustrarte, reafirma con calma tus límites. Puede que sea necesario muchas veces, pero eventualmente la persona que empuja los límites dejará de presionar.
Piensa en los límites como un cuidado extra a la relación. El ejemplo de divorcio que mencioné anteriormente es de la vida real. Después de décadas de matrimonio, la esposa finalmente hizo valer sus límites y el divorcio tomó por sorpresa al marido. Establecer límites basados en valores te permite preservar y construir relaciones. Incluso si la otra persona “debería saber”, depende de ti tener claros tus límites en lugar de esperar que la otra persona sepa cuáles son y los respete.
Recompénsate: establecer límites es un gran logro, así que recompénsate después de cada éxito. Esto te ayuda a crear un círculo virtuoso (no vicioso). Con práctica y refuerzo positivo, establecer límites se vuelve normal y cómodo en lugar de producir ansiedad.
Maneras amables de decir no (o sí)
Establecer límites puede ser difícil cuando no tienes palabras. He reunido algunos ejemplos para que puedas empezar. Puede utilizarlos tal cual o modificarlos para adaptarlos a tus necesidades.
Ejemplos de cómo establecer límites con gracia:
Muchas gracias por pensar en mí para esta colaboración. Esta no es la dirección correcta para mí en este momento, así que debo rechazarla.
Normalmente no salgo los jueves por la noche, pero esta semana haré una excepción contigo.
Los amo chicos, y este es un gran proyecto. Desafortunadamente, ahora no tengo capacidad en este momento. No me importa que me preguntes, pero no siempre puedo ser yo.
Gracias por la oferta pero ya estoy comprometido.
Claro, puedo ayudarte con la mudanza. Sin embargo, solo podre estar una hora.
Establecer límites es un acto compasivo de autocuidado hacia la maravillosa persona que eres. Además, cuando tomas decisiones consistentemente basadas en tus valores inquebrantables, la gente te respeta, incluso cuando no están de acuerdo contigo. ¡Te desafío a que establezcas un pequeño límite esta semana y veas cómo te sientes! Si deseas practicar cómo establecer tus límites y recibir mi apoyo durante los próximos 4 meses, ¡apúntate hoy al programa de coaching!
Hola, soy Susana González.
Soy counsellor, psicoterapeuta y coach integrativa y de relaciones y ayudo a humanos inteligentes, altamente sensibles y centrados en el corazón a superar la ansiedad, el estrés y las dudas sobre sí mismos para que puedan tener: mejores relaciones, una vida más coherente con lo que creen y sentirse mejor consigo mismos.
A través de mi programa de coaching y psicoterapia ayudo a las personas altamente sensibles a identificar los pensamientos y creencias profundamente arraigados que las mantienen estancadas y luchando, y luego les enseño cómo hacerse cargo de sus mentes y emociones para que puedan prosperar en todas las áreas de sus vidas.
Cuando no estoy ayudando a mis clientes a aumentar su inteligencia emocional y fortaleza mental, me embarco en algún tipo de aventura como viajar a Bolivia y disfrutar de su cultura y de sus gentes.
Para descubrir más sobre el programa de Coaching Integrativo, visita mi sitio web sensiblesyfelices.com
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